El embajador argentino en Bolivia, Ariel Basteiro, evaluó que la revelación por parte del jefe de la Policía de ese país de que se halló en un depósito de la fuerza a su cargo parte del armamento enviado por la Argentina en noviembre de 2019 (mientras se ejecutaba el golpe de Estado contra Evo Morales) es "la frutilla del postre".

En diálogo con Ahora Dicen, el diplomático reveló que aunque restan pericias, las armas encontradas "se sabe que son las argentinas porque Bolivia nunca compró material como este". "Todas las granadas y cartuchos tienen un número, un orden de partida y estamos esperando comprobar si son los que faltan en Argentina", agregó.

"Hay muchas pruebas en Bolivia y en Argentina donde se demuestra que se enviaron la municiones", reveló Basteiro. Según manifestó, del lado argentino está la documentación que intercambiaron la Gendarmería y la Anmac (Agencia Nacional de Materiales Controlados, organismo de aplicación de la Ley Nacional de Armas y Explosivos) para preparar el armamento y del lado boliviano "está la carta de agradecimiento del jefe de la Fuerza Aérea boliviana al entonces embajador", continuó.

El representante argentino ante el Gobierno hoy presidido por Luis Arce estimó que "hay una irregularidad muy grande porque no había autorización" para que ese armamento saliera de la Argentina hacia Bolivia en noviembre de 2019 y se usara en la represión a las protestas que respaldaban a Evo Morales, y que "es por eso se habla de contrabando".

Sobre la logística de recepción de las armas en suelo boliviano, Basteiró contó que "se distribuyó desde el aeropuerto" y que "hay testigos que dan cuenta de una caja muy grande que se subió a una camioneta de la policía boliviana".