Dos abogadas vinculadas a Juntos por el Cambio presentaron un proyecto de ley ante la Cámara de Diputados para prohibir el uso del lenguaje inclusivo en escuelas y actos oficiales del Estado.

Según fundamentan Cynthia Ginni y Patricia Paternesi, la ley busca evitar “alteraciones gramaticales y fonéticas que desnaturalicen el lenguaje” y proponen quitar “los obstáculos que en materia de lectoescritura se manifiestan por el uso” al considerar que “su mala utilización podría no sólo obstaculizarla sino significar una barrera para los niños que tienen dificultades”. El diputado Jorge Enríquez, perteneciente a ese espacio, ya adelantó que desde el bloque apoyarán el proyecto.

En una entrevista con Segurola y Habana, el lingüista y lexicólogo Santiago Kalinowski criticó duramente la intención de eliminar el uso del lenguaje inclusivo y afirmó: “Desde el punto de vista del poder, nadie puede prohibir el uso de la E", y agregó: “Nadie tiene el poder de imponer el uso del lenguaje a los hablantes, la prohibición es incompatible con los valores que propone la democracia”.

Según Kalinowski, “lo más grave es que este proyecto atenta contra la educación". Además, estableció que "cuando una persona usa la E se está pronunciando políticamente, si yo le bajo la nota en un examen por eso estoy afectando el derecho a la libre expresión”.

En cuanto al porqué de la presentación de un proyecto de estas características, el especialista dijo: “Lo que molesta de la utilización del lenguaje inclusivo es el riesgo que corre el privilegio del varón”. Y refutó otra de las motivaciones para aprobar la ley: “Hay estudios que ya establecieron que el lenguaje inclusivo no trae problemas de comprensión lectora”.

Sobre el argumento de que el lenguaje inclusivo empantana la comunicación, el lingüista dijo: “Cuando nosotros nos comunicamos buscamos lograr cosas, no siempre el mensaje más eficaz es el más corto o el más económico". Y explicó: "Muchas veces hacemos uso de un lenguaje más costoso porque responde más al objetivo que estamos buscando”.

"Hay que pensarlo en la forma que le doy al mensaje para lograr en el otro un efecto muy concreto: la toma de consciencia de injusticias que se dan en la sociedad”, sostuvo Kalinowski. Y volvió a cargar contra quienes se oponen a su uso: “Las reacciones que surgen contra la utilización del lenguaje inclusivo son de personas que se oponen a la demanda concreta a la que responde el lenguaje inclusivo".

“La lengua que hablamos afecta el modo en que pensamos”, finalizó.